EVANGELIO
SEGUN
JUDAS ISCARIOTE
Judas Iscariote fue el apostol mas querido de Jesus,fue el que permitio que el cumpmiera con su mision.
Judas Iscariote fue el apostol mas obediente y entrego al mesias,porque el asi se lo pidio.
Fue el amigo mas fiel de Jesus,obediente en todo a su maestro.Es el autentico revelador de la doctrina cristiana, la doctrina del maestro.A mediados del Siglo II
su obra fue rescatada por cristianos fieles a la autentica fe cristina.
. Su obra se inscribe en la corriente del pensamiento gnóstico, uno de los movimientos más imaginativos y originales de la civilización occidental, enfrentado a la mediocridad y el conformismo de la reciente y triunfante Iglesia oficial. Oculto primero y perdido después, este libro maldito ha sido recientemente recuperado en lengua copta y devuelto a la luz pública por un equipo de expertos papirólogos. Esta edición presenta una traducción directa del original copto de El Evangelio de Judas junto a un amplio estudio y comentario por parte de un especialista internacionalmente reconocido que pone a disposición del lector un texto clave para acceder y comprender el pensamiento de los 'otros cristianos'. Otros títulos del mismo tema: EL EVANGELIO PERDIDO DE JUDAS de KROSNEY, HERBERT ISBN: 8482983717 Judas Iscariote ha sido odiado y culpado a lo largo de la historia como el traidor de Cristo, el amigo que lo vendió por treinta piezas de plata. La historia también sostiene otra información sobre Judas. Uno de los padres de la Iglesia que condenaría su evangelio -la versión de los últimos días de Cristo desde la perspectiva de Judas- fue san Irenaeus en 180 que rechazaría la versión donde el apóstol aparece como su favorito. Esta reinterpretación radical sostiene que fue Cristo quien le pidió que lo traicionara contradiciendo al Nuevo Testamento y evangelios conocidos. Una vez condenado por hereje, el evangelio desapareció pasando a ser uno de los manuscritos olvidados de la historia. Hasta ahora. En este trabajo asombroso y exhaustivo, Herbert Krosney revela cómo se encontró, restauró, se tradujo del copto e interpretó el mensaje de estas escrituras. Con su capacidad como investigador y su maestría para contar historias, Krosney habla del viaje por los tres continentes, de su paso por el mercado de antigüedades y de la llegada a manos de los expertos. Su historia se asemeja a las historias de misterio que abundan en todas los relatos bíblicos. EL EVANGELIO DE JUDAS de GARCÍA BAZÁN, FRANCISCO ISBN: 848164837X RESUMEN: Dado a conocer en abril de 2006, El Evangelio de Judas pertenece a la serie de los evangelio gnósticos, bien representada entre los textos de la biblioteca de Nag Hammadi (Evangelio de Felipe, Evangelio de la Verdad, Evangelio de Tomás). De naturaleza esotérica, El Evangelio de Judas narra 'la conversación secreta de la revelación que Jesús mantuvo con Judas Iscariote durante ocho días, los anteriores tres días a la celebración de Pascua'. La presente versión del texto copto, anotada y precedida de un estudio preliminar, ofrece al lector hispanohablante este valioso documento que arroja luz sobre el complejo fenómeno de los orígenes cristianos en su vinculación con la gnosis.
EL EVANGELIO DE JUDAS de VV.AA. ISBN: 8482983709 Un antiguo manuscrito en copto devela hoy, casi dos mil años después de su escritura, una visión muy diferente de Judas Iscariote. Una imagen que le aleja de ser un traidor para convertirle en discípulo predilecto de Cristo. National Geographic presenta los resultados del estudio del manuscrito. El antiguo manuscrito hallado en Egipto y que data de los siglos III y IV contiene la única copia conocida de El Evangelio de Judas. El documento ha sido restaurado, autentificado y traducido por un equipo de especialistas después de haber estado perdido durante 1.700 años. Este evangelio afirma que Judas, al entregar a Jesús a las autoridades, estaba cumpliendo los deseos de su maestro. Fuente: FRANCISCO GARCIA BAZAN. (Revista Ñ) El mes pasado, la National Geographic Society devolvió a Egipto, descifrado, el Codex Tchacos: un manuscrito del siglo III o IV de la era cristiana, que contiene uno de los escritos gnósticos más enigmáticos: El evangelio de Judas. En él, Judas aparece como el elegido de Jesús, a quien éste confía 'los misterios del reino'. El filósofo Francisco García Bazán explica el contenido del extraordinario documento. Y Luis Guzmán lee el acto traidor de Judas como clave en 'la economía de la redención'. Desde fines del siglo II y después que el episcopado monárquico romano se consolidara (desde el obispado de Higinio), la doctrina de Ireneo de Lión del Evangelio escrito bajo cuatro formas se impuso en la Iglesia. El género literario evangélico de carácter narrativo se ha considerado por largos siglos el normal y exclusivo. Hay comprobaciones de que no es así y que aunque la tradición del 'Evangelio tetramorfo' es muy antigua y registra a sus espaldas ciertas concordancias de 'Recuerdos de los Evangelios' (Justino Mártir) y de armonías evangélicas cuádruples (diatessáron), hubo también escritos de naturaleza evangélica tan arcaicos o más que los citados, constituidos por series de palabras del Señor sin explicaciones biográficas (la Fuente Q, que subyace a Mateo y Lucas, o el Evangelio de Tomás), y otros de factura dialogada comunes corrientes diversas judeocristianas o gnósticas (Evangelio de los hebreos, Evangelio de los egipcios, Carta esotérica de Santiago, Diálogo del Salvador). El evangelio de Judas (peuaggelion nïoudas) recientemente editado, aunque hallado en la década del 70 en Muhazafat Al-Mynia (Egipto Medio) en una traducción del griego al copto en papiro del siglo III, pertenece al último tipo señalado y posee una identidad de contenido inconfundiblemente gnóstica. No es el primer evangelio gnóstico directo de que se dispone, pues la biblioteca de trece códices hallada dentro de una vasija herméticamente cerrada en diciembre de 1945 en Nag Hammadi (Alto Egipto), deparó un Evangelio de Felipe, un Evangelio de la Verdad y completo el Evangelio de Tomás del que se poseían fragmentos en griego provenientes del vaciadero de Oxirrinco. Con larga anterioridad, en 1896, el Papiro gnóstico de Berlín 8502 ofreció un Evangelio de María. Y existieron algunos otros similares de los que nos han dejado los títulos, aunque escasas noticias del contenido, los escritores eclesiásticos y adversarios irreconciliables que combatieron a los gnósticos conocidos técnicamente como heresiólogos: Ireneo de Lión, Hipólito de Roma, Tertuliano, Clemente de Alejandría, Orígenes y Epifanio de Salamina, para citar a los más descollantes. El dios de los perdidos El mundialmente publicitado Evangelio de Judas ha corrido esta última suerte, ahora exhumado, pero antes mencionado y hecho circular entre unos gnósticos particulares llamados 'cainitas' y que gozaron de pésima reputación entre los heresiólogos aludidos, simplemente porque se alineaban dentro de aquella tendencia de interpretación gnóstica que apoyándose en exégesis visibles en la aggadah rabínica, convertían a algunas figuras de la Biblia de una posición de villanos en condición de héroes. Así sucede con los ofitas (del griego óphis) o naasenos (del hebreo nahas) que rinden culto a la serpiente, como reveladora del conocimiento; los sodomitas, al considerar que Sodoma y Gomorra fueron lugares privilegiados destruidos por el Dios de este mundo por ser la sede de los setianos, la cadena de transmisores de la Luz, y los execrados cainitas, que fundándose en la lectura de las primeras líneas de Génesis 4 observaban una descomunal incoherencia en la conducta del Dios creador que había arrojado del Paraíso después de su falta a Adán y Eva y mirara con malos ojos las ofrendas del primogénito Caín y con favor las de Abel. Historias absurdas que se repiten con Esaú y Jacob, con Lía y Raquel y siguen en otros relatos. Este Dios que sin mayores razones se ponía del lado del humilde y abatía implacable al fuerte, proclamaba que si era justo es porque aplicaba su justicia con ignorancia y que por encima de él debía haber otra divinidad realmente sabia y amorosa, cuya justicia superaba a la del autor de la creación. Había, por lo tanto, dos dioses y los designios divinos o providencias asimismo dobles: una manifiesta, pasajera e ilusoria cuya existencia radicaba en la explicación del origen del mal y de los males y otra oculta, sólida y real. Y esta verdad se impone al que conoce el gnóstico, que gracias a ello se sabe desde siempre y para siempre salvado y obra en consecuencia. Esto lo reconocían los cainitas y por eso exaltaban la potencia de Caín. De esto también tenían información fragmentaria en orden creciente Ireneo de Lión en Contra los herejes (escrito alrededor del 178), el Pseudo Tertuliano en Contra todos los herejes (escrito en torno al 200) y Epifanio de Salamina en Panarion (escrito alrededor del 367). Todos ellos también conocían que estos gnósticos de lengua y conducta exasperadas leían y meditaban sobre un librito, El Evangelio de Judas, que sólo por su título denunciaba los extravíos de sus ideas, pero el que también contenía otros desatinos: el que denominaran Hystera ¡o sea Matriz! al Creador, que el bautismo de agua fuese condenable, que Judas fuese el único que conociera las realidades de lo alto y que por eso existiera el 'misterio de la traición', etc. Aunque de modo inconexo todo esto lo conocían los autores ortodoxos citados y es este material patrístico sin coordinación y las condenas impiadosas del discípulo Judas por parte de algunos testimonios apócrifos (Evangelio de Bartolomé, Hechos de Pedro y Hechos de Tomás), lo que hasta ahora se podía manejar, son asimismo estos elementos insinuantes, los que incitaron a Borges a redactar su transparente ficción 'Tres versiones de Judas' y a Nikos Kazantzakis, la novela Cristo de nuevo crucificado. Es el modo como la literatura creativa abre ventanas al conocimiento. Lo que cuenta el papiro La lectura del Evangelio de Judas que forma parte del Códice de Tchacos, sin embargo, permite confirmar actualmente lo escrito por los heresiólogos y obtener asimismo mayor información. En primer lugar el título del documento es el de El evangelio de Judas, según figura al final del manuscrito. La estructura del escrito ofrece, además, una introducción que certifica la naturaleza esotérica de la pieza: 'La conversación secreta (plogos ethep) de la declaración (emphasis) que Jesús mantuvo con Judas Iscariote durante ocho días, los tres días anteriores a la celebración de la Pascua'. La descripción comprende, en primera instancia, el llamado de los 'Doce' discípulos a los que Jesús selecciona y trata de enseñar del modo más genuino, por eso a menudo se lo encuentran en figura de niño, pero que por su manera de elevar la acción de gracias (eucaristía) muestran que poco aprenden y que son incapaces de dominar los límites impuestos por el Dios creador de este mundo, por eso Jesús se ríe de su adoración. La actitud, además, no los hace cambiar, porque ofende al Creador, el que los hace irritar como simples psíquicos, y más se molestan cuando Jesús les confiesa que no es hijo de este Dios, sino que pertenece a otra generación, mostrándoles su carencia de entendimiento y su pertenencia a la esfera del dios inferior y cósmico. Construido el marco, se descubre a continuación el instrumento que permite la liberación, el conocimiento, que puede manifestar al hombre perfecto (prome ntelios) que se encubre en el gnóstico, y saber el origen supraceleste de Jesús, por eso Judas es capaz de 'ponerse de pie' y decirle: 'Conozco (tisooune o sea gignosko) quién eres y de qué lugar procedes. Vienes del león inmortal de Barbeló' (Barbeló, es decir, be-arbá-elohá, 'en cuatro (letras) Dios', presente al final de la versión larga del Apócrifo de Juan). En otros términos, el Señor viene de la Madre de la Vida, del útero de Dios Padre. El ambiente espiritual es claramente barbelognóstico y toda la visión que sigue es subsidiaria de este tipo de gnosis, la de los conocedores perfectos, contenido sobre el que es instruido Judas, separado de los demás: 'Apártate de los demás y te diré los misterios del reino (mmysterion ntmntero)', aunque esta postura de excepción fuera de los 'doce' implicará para él gran sufrimiento. Termina de este modo la primera revelación profunda. Al día siguiente comienza la revelación sobre la gran generación (tnog ngenea), fuerte y santa, que continúa durante dos días confirmando la confusión que reina sobre el tema de los 'Doce' y la ignorancia de ellos del simbolismo contenido en las visiones oníricas del templo ¡cósmico y personal! profanado por el Dios de este universo con sus astros, sus ángeles y sus creyentes entre los que se incluyen los 'Doce'. No obstante refiere seguidamente el documento una visión en sueños de Judas como protagonista, en la cual es apedreado y perseguido, explicándole Jesús que la mansión por encima de los astros que ha visto es la de la generación santa. Judas ahora será apartado como el 'trece' y por esto maldecido: 'Tú eres el ''trece'' y serás maldito para las otras generaciones y gobernarás sobre ellas. En el último día maldecirán tu ascenso'. De inmediato en relación con la generación santa prosigue el texto con la descripción del Pleroma que proviene del Espíritu invisible en estilo barbelognóstico-setiano, incluyendo la manifestación del Autogenerado, las luminarias celestiales, la nube de luz y la raza incorruptible de Set. Pero también del aspecto inferior de la nube surgen los dioses arcontes: Nebro, Ialdabaot y Saklas, el creador del hombre: Adán y Eva, y la conclusión del mundo en el que se incluye el bautismo y los sacrificios a Saklas. Judas, sin embargo, ha alcanzado a intuir por estas declaraciones la naturaleza ilusoria tanto del cuerpo cósmico como del cuerpo de Cristo. Por esto le puede hablar Jesús frontalmente: 'Pero tú los superarás a ellos todos, porque sacrificarás al hombre que me reviste (prome gar etp phorei mmeei)'. Se pone fin a la instrucción secreta con estas palabras que unen la cosmología y antropología barbelognóstico-setiana con el objetivo concreto del mensaje confiado a Judas: 'Y entonces el modelo (typos) de la gran generación de Adán será exaltado, porque es anterior al cielo, la tierra y los ángeles. Esta generación, que es la de los eones eternos, existe. Atiende, te lo he dicho todo. Levanta los ojos y mira a la nube y a la luz en su interior y los astros que la rodean. Y el astro que guía el camino es tu astro. Judas levantó los ojos y vio la nube luminosa y entró en ella. Los que estaban de pie sobre el suelo oyeron una voz proveniente de la nube, diciendo: ...' ¿siguen 8 líneas ilegibles?. El texto concluye refiriendo el prendimiento de Jesús de una forma insólita y discreta, sin el más leve atisbo de sensacionalismo. Este ha entrado en la sala de huéspedes para orar, algunos escribas estaban atentos para apresarle, porque los asustaba el pueblo, pues todos lo juzgaban como un profeta. Se aproximaron los escribas no a él, sino a Judas y lo encararon: '''¿Qué estas haciendo aquí? Tú eres discípulo de Jesús.'' Les respondió, en cambio, como querían. Judas recibió algo de dinero y se lo llevó a ellos'. La misión transcendente de la puesta en marcha de la liberación de los espirituales sugerida con la inminente liberación del Cristo enviado por la Plenitud estaba cumplida y el verdadero sufriente por tener el espíritu ¿como los restantes pneumáticos? firmemente confundido con el alma y el cuerpo, pero activo, será Judas. El villano traidor de la tradición canónico-apostólica y apócrifa, pasó a ser siervo sufriente, 'la piedra rechazada por los constructores ha llegado a ser piedra angular'. Las almas simples no están preparadas para golpes tan bruscos, pero tampoco las formadas unilateralmente por siglos de exégesis sin fisuras. Pero nuevamente, como un apéndice de la cincuentena de escritos de la biblioteca de Nag Hammadi, nos asalta este Evangelio de Judas que hace recapacitar sobre la magnitud del fenómeno de los orígenes cristianos. Un movimiento histórico tridimensional por la multitud de sus adherentes, la extensión de sus proyecciones y la profundidad de sus niveles de piedad y comprensión.
texto completo del evangelio de iscariote:
Estando Jesús reunido con sus Discípulos, le preguntó Santiago: "Maestro, ¿qué debemos hacer para comprender mejor su Mensaje". El Maestro dijo: "Alrededor del Sol, hay muchos Planetas y cada uno de ellos ocupa su lugar y su distancia entre ellos y el Sol y entre los demás Planetas; así vosotros deberéis ocupar vuestro lugar y distancia alrededor del Sol, procurando no estar ni demasiado cerca, ni demasiado lejos.
Y entre
Ustedes, mis discípulos, esto debe ser en equilibrio, permitiendo así, como
los Planetas, que cada uno reciba únicamente que necesite para su propia
sobre vivencia; habiendo concordancia en "la Luz que viene del Sol y Luz que
viene del Padre".
En este momento interrumpe Judas y le dice: "Maestro, sabemos que Usted es
el Enviado del Padre, pero a nosotros ¿Quién nos ha enviado?".
Contesta el Maestro: "Mi Padre me ha enviado a Mí para enseñar a vosotros;
mi Padre los ha enviado para que me escuchen". La Parábola de quien da y de
quien recibe, es semejante a una semilla que cae en la tierra, nace, crece y
fructifica y su fruto le es dado a quien sembró la semilla; así como Yo hago
de mi Padre, vosotros también deberéis hacer "la Voluntad de mi Padre,
porque con vosotros somos UNO".
Dice Judas: "Entendido, Maestro, pero,... si yo hago lo que Usted me enseña,
¿ya lo es todo?".
Responde el Maestro: "Lo que Yo te enseño es para que tú lo vivas y así
puedas llegar como Yo he llegado, a hacer "la Voluntad de mi Padre".
Judas, mostrando un poco de impaciencia, vuelve y replica: "Yo estoy
haciendo lo que Usted me enseña, ¿indica esto que ya soy UNO con Usted?".
Contesta el Maestro: "Nosotros somos UNO, como mi Padre es UNO conmigo, pero
tú no puedes todavía hacer lo que Yo hago,.. Porque el Sol alumbra a todos
sus Planetas, pero los Planetas, ni aún todos reunidos, podrían dar ni una
décima parte de Luz hacia el Sol; por eso es necesario que vosotros os
convirtáis en vuestro propio Sol, en vuestra propia Luz, y así alumbrándose
y alumbrando a otros, le corresponderíamos con nuestra Obra a mi Padre que
me ha enviado".
"Porque, sepan Ustedes, que las tinieblas no son más que partes que no están
integradas ni con "la Voluntad" de quien me envió. Las tinieblas están en
quien tiene parte con ellas, por eso hay que dar a la tierra lo que es de la
tierra; a las aguas lo que es de las aguas; al aire lo que es del aire; al
fuego lo que es del fuego y a lo que es de EL
"Así, vosotros comprenderéis que ni siquiera estas carnes que tenemos, estos
huesos que tenemos, esta sangre que tenemos, esta mente que tenemos, nos
pertenece; sólo nos pertenece, por herencia de mi Padre, la Luz que os doy
con mi Palabra. Por eso he dicho «Que la tierra y los cielos pasarán, más mi
Palabra no pasará»".
"Porque la Palabra me la ha dado mi Padre para que ELLA lleve la Luz que a
vosotros os falta y puedan ser UNO conmigo, y YO seré UNO con mi Padre".
Continuando, el Maestro dice a sus Discípulos: "¿Qué creen Ustedes que
debemos hacer para que el mundo nos comprenda?".
Cada uno de ellos emitió su criterio.
Judas replicó: "Yo creo que el mundo poco a poco entenderá cuál es nuestro
propósito".
El Maestro, dijo: "Judas, tú lo has dicho, pero dime ¿cuál es nuestro
propósito?".
Judas guardó silencio. El Maestro volvió a interrogar: "Judas Iscariote,
¿cuál es nuestro propósito?".
Judas, levantando la mirada, le dijo: "Señor,... pienso que nuestro
propósito es enseñar a la gente a hacer la Voluntad de quien le envió".
El Maestro, mirando las estancias que habían a su alrededor, dijo: "Un
rebaño de ovejas no obedecen a su dueño porque sean de él, porque él las ha
pagado con sus denarios; obedecen a su pastor porque él se hace amigo de
ellas, cuida de ellas, les da alimento y las defiende del lobo".
"Así vosotros deberéis tener vuestro rebaño, cuidar de él, defenderlo de los
lobos, más comprendedme, Judas, ese rebaño no os pertenece, no lo habéis
comprado, porque él pertenece a quien me envió".
"A ese rebaño debéis alimentarlo. El día que os propongáis dar alimento a
vuestras ovejas, no llevéis en vuestra mano el látigo, llevad alimento, así
este rebaño entenderá que os preocupáis de alimentarlo; mas cuando sepáis
que cerca de vuestro rebaño anda el lobo, salid y llevad en vuestra mano el
látigo para espantarlo de las ovejas; y llevad espada para que os defendáis,
si fuese atacado".
Replica Judas, y dice: "He comprendido, ... pero todo el mundo no está en
este rebaño".
Contesta el Maestro, y dice: "En una selva nacen muchos árboles de la misma
especie, unos crecen demasiado y sobresalen de los otros; otros escasamente
nacen, pero entre todos componen una selva".
"Así vosotros deberéis comprender que hay que crecer sobre los demás en
Espíritu sin que con esto estemos separando los de menor crecimiento; sólo
hace la Voluntad de mi Padre el que ha crecido y no se deja dar sombra de
los demás".
Dice Judas: "Entendido, pero, ¿cómo sé si he crecido lo necesario para ya
hacer la Voluntad de mi Padre?".
Replica el Maestro: "La Luz se identifica por borrar las sombras. Las
sombras se identifican opacando la Luz".
"Así vosotros comprenderéis que la Verdad es mi Padre. Cuando la hayáis
encontrado, Ella no os dejará sombras ni en vuestras mentes, ni en vuestros
corazones, por lo tanto, comprenderéis que YO SOY LA LUZ".
"El que esté conmigo y me tenga a Mí, no andará a oscuras y así habrá
comprendido que, en la selva, es el árbol que no recibe sombra de los
demás".
"Recuerden que el viento sopla y mueve las ramas y las hojas del árbol y
sólo desprende las que estén maduras o secas; así ese árbol queda
despejado".
"Así vosotros comprenderéis que el viento debe llevarse de Ustedes todo lo
inútil, lo que no sirve, para que seáis purificados de todas las inmundicias
que recogéis de la tierra".
Estando el Maestro con sus Discípulos parados frente al lago NAGAFEC, dijo:
"Los peces nadan con suma perfección, pero no pueden volar, ni tampoco
caminar".
Se acerca Judas y le dice: "¿Qué quieres decir con esto?".
El Maestro contesta: "Hijos míos, el hombre es el Rey, por lo tanto, debéis
aprender a caminar".
Judas le dice: "Pero nosotros sabemos caminar".
Contesta el Maestro: "Vosotros camináis porque Yo os he enseñado, porque YO
SOY EL CAMINO, nadie llega al Padre sino por Mí".
"También vosotros deberéis aprender a nadar como los peces".
Judas dice: "Es muy difícil hacerlo".
El Maestro vuelve y observa el lago y dice: "El lago está tranquilo, sólo lo
salpica el viento cuando sopla; la vida es un lago que debe permanecer
tranquilo; si lo salpica el viento peligra el nadador. Por eso es que tú ves
muy difícil nadar como los peces; aunque el lago se salpique por el viento,
el pez, en su interior, está tranquilo".
En ese momento el Maestro miraba a los aires y veía a las aves volar y dijo:
"¡Conque perfección vuelan las aves!, así vosotros también deberéis aprender
a volar como ellas".
Judas lo interpela y dice: "Usted nos está hablando de cosas que para
nosotros son demasiado difíciles".
El Maestro le dice: "Judas, tú aprenderás estas cosas para que cuando Yo
vaya a mi Padre tú las hayas hecho y las enseñes a quienes crean en Mí".
"Te digo que el hombre debe volar como las aves, porque el hombre es
Espíritu y el reino del Espíritu no está en la tierra".
"Todo lo que os digo hoy, Ustedes no me entienden, porque vosotros habéis
creído en Mí y estas cosas las hago Yo por Ustedes, pero cuando Yo vaya a mi
Padre, mi Padre iluminará vuestro entendimiento para que vosotros hagáis por
la Humanidad lo que Yo he hecho por vosotros, y así se cumplirán las
Escrituras y la Palabra
de «Quien esté conmigo y escuche mi Palabra, también estará con EL que me
envió y recibirá su Luz»".
"Por lo tanto, os digo a vosotros, mis hermanos, que la muerte cuando llega
desprende el Alma de la materia y así el Alma no piensa más en la materia,
porque para ella ya no existe; piensa en EL que la envió, espera en EL,
confía en EL.
"Por lo tanto, vosotros que habéis creído en Mí y escucháis mi Palabra,
debéis despojaros de lo que no os corresponde para que en Espíritu os
elevéis al seno de mi Padre".
Replica Judas: "De lo que tenemos aquí, ¿qué no nos corresponde?".
Contesta el Maestro: "Ya os he dicho que ni vuestros huesos, ni vuestras
carnes, ni vuestros padres, ni vuestros hijos, ni lo que habéis aprendido de
vuestros antepasados os sirve, ni os corresponde".
"Sólo la Palabra que ha abierto las puertas de vuestro Espíritu y os ha
llevado a beber de la fuente de la Sabiduría, será la que os conduzca por lo
desconocido; lo que no conoce vuestra mente, ni vuestro yo, porque ellos no
podrán llegar donde Ustedes, como Espíritu, han de llegar".
Estando el Maestro con sus Discípulos en casa de Marta, les dice: "Os voy a
enseñar a vivir como el aire, como la tierra, como las aguas y como el
fuego".
Se acerca Judas y le dice: "Maestro, ¿no será conveniente que estas cosas se
hagan en otro lugar?".
El Maestro le dice: "Judas, nosotros somos UNO SOLO, hoy hacemos estas cosas
aquí, tú más tarde las harás en un lugar secreto para que no se profanen,
porque.... ¿qué sacamos con darle de comer a un cerdo en un alfaro nuevo?;
ensucia la comida y ensucia el alfaro".
"Para vosotros la Palabra es alimento, por lo tanto, os digo: «Aprended de
Mí para que enseñéis textual como os enseño»".
Se dirigió a todos y dijo: "Vosotros veis la tierra quieta, mas ella gira
alrededor de la Vida, que es el Sol".
"Nosotros estamos aquí quietos como la tierra, pero espiritualmente no
estamos quietos; estamos girando alrededor de la Vida, por lo tanto, en
estos momentos somos la Tierra que da alimento a la Vida que es el
Espíritu".
Se detuvo un momento y dijo: "Todos nosotros, en este momento, somos el
Aire, porque nos despojamos de una materia que es tierra y volamos por los
aires con la libertad del Espíritu....."
Guardó un poco de silencio y dijo: "Nosotros todos, en este momento, somos
el Agua, porque nos hemos convertido en la fuente eterna del Espíritu; de
ella bebemos para nutrir el cuerpo y calmar la sed del Alma....".
Guardó un poco de silencio y dijo: "Todos nosotros, en este momento, somos
un Fuego abrasador, porque nos hemos convertido en el Fuego del Espíritu que
a todos nos devora, nos limpia y nos purifica".
"Así, queridos hermanos, nuestros cuerpos y nuestro Espíritu se integran
para prepararnos hacia la Resurrección".
Le dice Judas: " Maestro, nosotros sabemos que todo lo que Usted hace es
para que nosotros también lo hagamos, pero.... ¿cuándo lo podemos hacer?".
El Maestro le dice: "Todos vosotros sois UNO conmigo y estas cosas podéis
hacer, pero hoy no las hacéis porque Yo estoy con vosotros".
"Cuando Yo vaya a mi Padre, vuestro Padre vendrá a vosotros y seréis como Yo
y haréis todas estas cosas y muchas más".
Contesta Pedro y le dice: "Maestro, Usted resucita muertos, cura leprosos,
saca demonios de los poseídos, ¿por qué no nos enseña a hacerlo?".
El Maestro contesta: "El Discípulo no es más que su Maestro, pero es justo
que aprenda lo que se le enseña".
"Una medicina no es más que la enfermedad, pero, por la gracia de Dios,
cura".
"Vosotros erais muertos que Yo resucité; erais leprosos que Yo sané; erais
poseídos de demonios que Yo os saqué; erais ciegos y Yo os puse a ver; erais
sordos y Yo os di oídos; andabais a oscuras y Yo os he dado la Luz".
Dice Judas: "Maestro, y ¿cómo hacemos para que el mundo nos crea lo que
nosotros hemos vivido, lo que nosotros hemos visto, como testimonio?".
Dice el Maestro: "Dos higueras nacen en el huerto, una de ellas no da
frutos, la otra da muchos frutos; ¿a cuál de las dos se acerca el que tiene
hambre?".
"Así vosotros debéis hacer, dar buenos frutos para que el que tiene hambre
llegue donde vosotros a alimentarse de vuestros frutos".
Dice Judas: "Maestro, entendido, pero tengo dudas de mí mismo, pienso que el
día que esté solo, lejos de su presencia, no lo pueda hacer".
Contesta el Maestro: "Antes de que Yo me retire, tú tienes que haber
muerto".
Contesta Judas, diciendo: "Pero por su Gracia yo he resucitado de entre los
muertos".
Y dice el Maestro: "Sí, así es, pero necesitas morir nuevamente, y para esto
es necesario que tú te dediques a eliminar tus sombras; a eliminar lo que
has sido; a eliminar lo que otros han pensado de ti y tú has creído; a
eliminar tus pensamientos que son los que te alejan de la capacidad que ya
tienes por mi Gracia".
Estando el Maestro reunido con los Discípulos, les dijo: "¿Quién de vosotros
me dice lo que debemos hacer en el día de mañana?".
Unos opinaron: "En el día de mañana estaremos en el Templo"; otros: "En el
día de mañana estaremos en ayuno".
Dijo el Maestro: "El Hijo del Hombre es como el Sol, al que tiene frío le da
calor; es como las nubes, donde hace falta lluvia, lleva el agua; es como la
madre amorosa, cuando el hijo tiene hambre, le alimenta".
"Así pues, el día de mañana estaremos dando de comer al hambriento, dando de
beber al sediento, dando calor a quien tiene frío, para que se cumpla la
Palabra: «Que todo lo que está bajo el Sol, ha sido creado por el Señor y
sólo EL velará por sus criaturas e hijos»".
"Por eso os digo que si no tenéis una ofrenda para Dios, velad primero que
si alguien ha tenido hambre y no le disteis de comer; ha tenido sed y no le
disteis de beber; ha tenido frío y no le disteis abrigo. Esa ofrenda que
llevas, aún no la presentes todavía, porque sería inútil dar a Dios una
ofrenda que se la hemos negado a nuestro hermano".
Replica Judas y le dice: "Maestro, pero la Ley de Moisés nos enseña a amar a
Dios sobre todas las cosas y Usted nos manda a servir primero al hombre".
Y el Maestro contestó: "¿Qué Padre justo y sensato se sentaría a la mesa a
comer, si sus hijos tienen hambre".
"Así mismo es el Padre: esto nos hace entender la trascendencia que tiene
para nosotros la Vida que llevamos, cómo la vivimos, cómo nos comportamos"
Salió el Maestro al campo con sus Discípulos y en el camino le salían muchas
personas a consultarle, otros le seguían.
Cuando llegaron a la cima del Monte EHOS, el Maestro se detuvo y miró a la
multitud y dijo a sus Discípulos: "Estas gentes buscan curar sus males".
Mandó que se sentasen y empezó a hablarles.....
Pasaron las horas y Pedro se le acercó y le dijo: "Maestro, estas gentes
buscan ser curadas y ya es tarde y son muchos".
El Maestro guardó silencio y continuó hablándoles......
Pedro se acercó a Judas y le dijo: "El Maestro dijo que estas personas
necesitaban ser curadas, es tarde y son muchas".
Judas se acercó al Maestro y le dijo: "Maestro, se hace tarde y los enfermos
son muchos".
El Maestro le miró y le dijo: "Judas, cuando tú tienes hambre, buscas pan
para alimentarte; cuando tienes sed, buscas el agua para calmar tu sed".
"Así la Palabra del Hijo del Hombre es el Pan que calma el hambre, es la
fuente para calmar la sed".
Replica Judas y dice: "Maestro, eso yo lo entiendo, pero ellos tienen
enfermedades, muchas de ellas inmundas".
Replica el Maestro: "Quien come del Pan y bebe el Agua de la Vida Eterna,
nunca volverá a tener hambre ni sed y sus males desaparecerán de él, porque
tiene en su interior la Gracia que la Palabra le ha dejado...."
"Quien tiene un cultivo de trigo, primero retira las malezas,
posteriormente, le pone riego, no sea que con el riego se alimenten también
las malezas".
"Así el Hijo del Hombre, primero retira las malezas del Pueblo y,
posteriormente, le da a tomar de la Fuente de Vida que le curará todos los
males".
Dice Judas: "Maestro, lo entiendo, pero se hizo tarde, es necesario regresar
porque la noche nos hace difícil el camino".
El Maestro contesta: "La noche se ha hecho para el descanso, pero el Hijo
del Hombre, en las noches, vela por su Pueblo".
"Así que vosotros, mis Discípulos, estaréis conmigo en vela para que estos
chiquititos puedan descansar en paz".
Dice Judas: "Maestro, todos estamos lejos de los lugares de descanso,
estamos en el campo".
El Maestro contesta: "Hijo mío, lo único que necesitas para descansar bien
es estar en Paz....".
"Porque,.... ¿qué sacas con estar en el lugar de tu descanso, si no tienes
Paz?, aquí estamos en Paz, por lo tanto, lo único que necesitamos es
descansar".
Se acerca Judas a los demás Discípulos y les dice: "El Maestro ha ordenado
que descansemos aquí esta noche y no regresar a nuestros lugares".
Los Discípulos todos opinaron que era necesario hablar con el Maestro y
regresar a los lugares de destino.
Se acercaron al Maestro y le dijeron: "Maestro, estamos en el campo, hace
frío y somos mucha gente".
El Maestro les dice: "Hijos míos, si vosotros estáis conmigo, debéis estar
con mis Hermanos, (señalando a la multitud)".
"A vosotros os es fácil regresar a vuestro destino, conocéis el Camino y Yo
os he enseñado a andar a oscuras, mas a estos pequeñitos, no.".
"El frío que hace aquí, sólo nos hace sentir las carnes; el hambre que hace
aquí, sólo nos hace sentir una necesidad; pero la Palabra nos une con el
Padre".
"Así se cumplirá la Palabra que dice: «Quien tiene la Palabra, nada le hace
falta porque en Ella está contenido el alimento y la medicina»".
"Hijos míos, cuando el cuerpo descansa en paz, el Alma nos reconforta y en
este momento, mi Alma es su Alma".
Yendo Jesús con sus Discípulos hacia Cafarnaum, les dijo: "Hijos míos, este
camino nos llevará a un lugar muy distante de aquí".
Se acerca Pedro y le dice: "Maestro, ¿cuál es la finalidad de este viaje?".
El Maestro le contesta: "Pedro, iremos a predicar la palabra a nuestros
hermanos que, como vosotros, anhelan conocerme y conocer a quien me envió".
Se acerca Pedro y le dice: "Maestro, ¿es que en Cafarnaum está quien le
envió?".
Contesta el Maestro y dice: "Quien me envió está aquí con vosotros. EL ES LA
VERDAD. Yo os digo a vosotros, hermanos, que la VERDAD y la PALABRA son la
misma cosa, pero es más fácil conocer la Palabra que conocer la Verdad. La
Palabra se oye y parte de ella se comprende, más la Verdad no se puede oír,
ni se puede ver porque es la Luz que ilumina nuestro Espíritu; en ella está
la Verdad. Yo os enseño la Palabra, más mi Padre les enseñará a conocer la
Luz, porque EL ES LA VERDAD".
Dice Judas: "Maestro, todos nosotros le acompañamos donde va a predicar y le
aprendemos sus enseñanzas, pero, ¿no sería mejor que las gentes vinieran a
nosotros y no nosotros ir a las gentes?".
Contesta Jesús: "Las aves de rapiña y los zorros duermen en sus cuevas y
guaridas y sólo salen de allí cuando tienen hambre, a buscar qué comer. Así
es el hombre. Sale al campo y a las ciudades a buscar el pan para saciar su
hambre, porque su cuerpo lo necesita, pero no busca al Hijo del Hombre que
le dará a comer el Pan de la Sabiduría".
"Los hombres tienen hambre de lo que el mundo brinda, mas vosotros tenéis
hambre de lo que mi Padre os da: Sabiduría y Amor; por lo tanto, debemos ir
donde ellos a darles de vuestro alimento; así ellos, más adelante, vendrán a
buscar el alimento que mi Padre os da".
Dice Judas: "Maestro, hay ciudades más cerca donde podemos ir a predicar la
Palabra".
El Maestro le contesta: "Judas, hijo mío, con un denario podéis comprar cien
panes; un pan abastece a uno de vosotros, cien panes abastecen a cien de
vosotros. Así, pues, debemos buscar donde se puedan abastecer más almas que
necesiten de mi Palabra, porque ellas, cada una, pondrá un denario, y cien
serán cien denarios que alimentarán la necesidad de cien más, y así mi
Palabra será oída por cien que me escuchan y cien que no me escuchan;
cumpliéndose así la Escritura que dice: «Dos mujeres están moliendo, una
será tomada y otra será dejada»".
Le dice Judas; "Maestro, todo aquel que escuche su Palabra, ¿será
redimido?".
Replica el Maestro: "Mi Palabra es Vida, el que la escuche y la hace, será
UNO conmigo; el que la escuche y no la hace, será como aquel que emprende un
camino por el desierto y como al momento de salir no tiene sed, no lleva
agua para beber en el camino; donde le dé sed, se sentirá morir y ni
siquiera tendrá fuerzas para regresar al punto de partida; por eso os digo,
hijos míos, que deberéis beber todos los días de la fuente de la juventud y
de la sabiduría para que nunca, aunque andéis por el desierto, volváis a
tener sed". LA PALABRA
Estando Jesús reunido con una multitud, entre la cual estaban sus
Discípulos, EL predicaba su Mensaje y decía que el Hijo del Hombre era
semejante al aire que sólo dejaba de activar la vida en una persona cuando
sus funciones vitales cesaban en ese organismo, que así era su Misión.
Se acercó Judas y le dijo: "Maestro, sabemos que muchos de estos nos atacan
y lo atacan a Usted; nos rechazan y rechazan su Doctrina".
El Maestro le dijo: "Judas, comprende que así es, pero mi reino no es de
aquí; en cambio estas gentes son de aquí".
"Te digo que no pienses así para que no seas como ellos que son de aquí".
"La Palabra se oye por un instante y desaparece; cuando las gentes la van a
interpretar, no hay en ellos de esa palabra sino un recuerdo de lo que
escucharon".
"Es posible que algunos le den la razón a la Palabra, otros le quiten la
razón, pero, ante mi Padre, ni los unos, ni los otros tienen la razón,
porque el eco de la Palabra que han escuchado ya se ha ido y no queda en
ellos sino un recuerdo de lo que han oído".
"Por lo tanto, os digo, hijos míos, que estéis atentos, con ojo avizor para
que, cuando escuchéis la Palabra que viene de Mí, tengáis las puertas de
vuestro entendimiento abiertas y no me rechacéis como estos otros; no vaya y
sea que cuando queráis escuchar la Palabra ya me haya retirado a mi Padre y
entonces vosotros, como estos, sólo tendréis un recuerdo de lo que
escuchasteis; sin embargo, mi Palabra seguirá siendo como la fuente de aguas
cristalinas en la que «Quien bebiera, calmará su sed»". Guarda silencio el
Maestro.
Interpela Judas y le dice: "Maestro, si eso es así, cuando Usted se retire,
¿quién tendrá la Palabra que viene de su Padre?".
Contesta el Maestro: "YO SOY LA PALABRA. El que encarne la Palabra me tiene
a Mí; pero no olvides, Judas Iscariote, que vendrán muchos en mi nombre
diciendo que tienen la Palabra. Estos serán impostores porque la Palabra que
viene de mi Padre, sólo YO la digo; así pues, todo quien diga tener la
Palabra y no me tenga a Mí, es como el que se baña con el agua que muchos se
han bañado; no es pura, está llena de impurezas, por lo tanto, no limpia,
quizás ensucia más".
"Así, hermanos míos, vosotros deberéis cuidar la Palabra como me cuidáis a
Mí, porque en Mí como en la Palabra, está la Sabiduría que viene de mi
Padre".
Le dice Judas: "Maestro, la Ley de Moisés dice No jurar en vano, ni en
nombre de Dios, ni de la tierra, ni de los cielos -, quiere decir que quien
haga esto ¿ya se ha unido a Ti?".
Le contesta el Maestro: "Hijos míos, a un prisionero le amarran grillos en
los pies y en las manos para que no pueda hacer movimientos libres, ni
andar; así también le sucede a todo el que adentro tenga a Satanás. Nunca
podrá hacer la Voluntad de mi Padre, porque EL se lo impide".
"Si no puede hacer la Voluntad de quien me envió, tampoco podrá tener la
Verdad que SOY YO y su Palabra sólo hablará de lo que tiene en su corazón".
Dice Judas: "Comprendido Maestro, si eso es así nosotros lo entendemos y lo
hacemos, pero esta multitud ni lo entiende ni está dispuesta a hacerlo,
entonces ¿para qué los tenemos aquí?".
Dice el Maestro: "Dios hizo los cielos y la tierra, El me ha enviado a Mí.
Hizo las aguas para calmar la sed, hizo la tierra para que sobre ella
anduviéramos y diera frutos para alimentarnos; hizo el aire para respirar y
vivir; hizo el sol para que nos diera luz y calor; creó rebaños de ovejas;
hizo los pájaros del campo, creó las fieras de los bosques, las aves de
rapiña; todos ellos comen del fruto de la tierra, necesitan de la luz y del
calor; toman el agua para calmar la sed; respiran el aire para vivir".
"Así es el hombre, sin embargo, entre sí se persiguen los unos a los otros".
"Yo vine al mundo para dar de comer al hambriento con el pan de la
Sabiduría, para dar de beber al sediento de las aguas puras; para mostrarle
la luz y darle calor al desnudo y para que respire el hálito porque SOY LA
VIDA".
Dice Judas: "Maestro, Usted nos habla de todas estas cosas, pero a la vez,
cada día, nos repite que algún día se retirará de la tierra. Pero si Usted
es LA VERDAD, EL CAMINO Y LA VIDA, después de irse, ¿qué VERDAD nos deja?;
¿qué CAMINO nos deja si no existe?; qué VIDA nos deja si Usted se retira?".
Contesta el Maestro y dice: "Judas, mi corazón se conmueve al escuchar tus
palabras. Por tus preguntas comprendo que eres chiquitito; pero te digo,
después que Yo me vaya, sobre vosotros llegará el Espíritu de Verdad que os
corresponde a cada uno y EL os enseñará y os hará vivir todo cuanto os
enseñé, y así se cumplirán las Escrituras que dicen «Que debemos permanecer
alertas porque el Espíritu de Dios en cualquier momento llega, sólo
necesitamos estar preparados »"
Estando Jesús en casa de Marta con sus Discípulos, llega María Magdalena y
le dice: "Mi prima va a dar a luz, le manda a llamar".
El Maestro se levanta y sale; se le acerca Judas y le dice: "Maestro, ¿será
de tanta necesidad la ida suya?, .... y la enseñanza que nos está dando
¿cuándo nos la va a dar?".
Contesta el Maestro: "Judas, la Vida y la Muerte son una misma cosa; sólo se
diferencian en que, quien tiene Vida eterna, nunca muere y quien no la
tiene, se va y no regresa".
Dice Judas: "Maestro, y ¿qué tiene que ver esto con el parto de Sara?".
El Maestro dice: "Judas, el parto es una cosa, pero la Vida que nace es
otra".
"YO SOY LA VIDA y estoy donde está la Vida; YO SOY LA PALABRA y vosotros
deberéis estar donde esté la Palabra".
"La enseñanza que os doy aquí, en casa de Marta, es la misma que os voy a
dar en casa de Sara. Porque vosotros hoy estáis conmigo, moriréis y
volveréis a nacer y si continuáis conmigo, os doy la misma enseñanza, porque
YO SOY LA PALABRA, y recuerda Judas: «Los cielos y la tierra pasarán, pero
mi Palabra no pasará»".
Llegando donde Sara daba a luz, se detuvo y les dijo a los Discípulos:
"Vosotros deberéis aprender a respetar la Vida porque sois la Vida como YO".
"El que es digno y muere, mi Padre le recibe en el cielo y vosotros ¿de qué
os preocupáis?".
"El que es indigno y muere, el Demonio le recibe en el infierno, ¿para qué
os preocupáis?".
"El que nace en la tierra debemos recibirlo, darle afecto y cariño y
enseñarle la Palabra para que se haga Hijo de mi Padre, como vosotros".
"Así comprenderéis todos que un Pastor vive pendiente de las ovejas preñadas
para que el ternerillo, al nacer, no lo devoren las aves de rapiña".
Guardó silencio el Maestro y, viendo al recién nacido, respiró profundo.
Judas le dijo: "¿Qué le pasa Maestro que respira profundo?".
El Maestro le miró y le dijo: "Judas, el aire que circunda la tierra es la
Vida que YO represento; es tanta la abundancia de este que toda criatura
respira de él y nunca se agota".
"Así mismo es la Sabiduría que viene de mi Padre; todo el mundo la tiene en
mayor o menor proporción y nunca se agota; lo contrario, se acrecienta más
en todo hombre que me escucha a Mí".
Le dice Pedro: "Maestro, yo estoy sorprendido de todo lo que nos enseña.
Pienso que no podremos practicarlo todo".
Le dice el Maestro: "Pedro, cerca de la ciudad pasa un río; todas las
personas de esa ciudad beben de esa fuente; se bañan con esa agua, preparan
sus alimentos con el agua de ese río. El río nunca se agota, sin embargo,
todas las personas disponen del agua que necesitan para sobrevivir".
"Así vosotros beberéis de esa agua, os bañaréis con esa agua, es decir,
tendréis el agua que necesitéis; daréis de beber a vuestros invitados, mas
la fuente no se secará, ni el río mermará su cauce".
"Así pasa con mi Palabra; cada quien la recibe como una fuente inagotable de
Vida; por muchos que beban, nunca se agotará, porque es mayor el cauce que
el consumo".
Regresó el Maestro con sus Discípulos a casa de Marta. Llegando allí los
invitó a sentarse y empezó a hablarles y les dijo: "Estamos complacidos de
haber presenciado hoy un nacimiento. Es un acontecimiento que nos hace ver
la Gracia de mi Padre; sin embargo, este nacimiento tiene que ver con este
mundo de pecado".
Le dice Judas: "Maestro, sabemos que quien le envió es sin mancha y lo que
EL hace, lo hace sin mancha; ¿por qué nos dice que el nacimiento que
acabamos de presenciar tiene que ver con la Gracia de su Padre y se ha
sucedido en este mundo de pecado y por el pecado?".
El Maestro le dice: "Judas, el pecado lo hizo por un proceso original, pero
el pecado es Muerte; él no hubiera podido infundirle Vida a esa criatura.
Por la Gracia de mi Padre tiene Vida, aunque haya sido hecho de pecado".
Dice Judas: "Maestro, si eso es así, entonces nosotros que somos UNO con
Usted y estamos en el mundo, ¿cargamos las mismas culpas y somos hechos de
pecado?".
Dice el Maestro: "Cada uno de vosotros habéis sido hechos de pecado y por el
pecado, por lo tanto, es que ni los huesos, ni las carnes, ni la sangre
heredarán a mi Padre, sólo lo incorruptible que es el Espíritu. Después de
purificados, seréis UNO, con EL que me envió".
"Así vosotros, también, seréis UNO conmigo y así como YO me he vestido con
una carne, con unos huesos y con una sangre incorruptible para continuar con
vosotros, así también vosotros deberéis vestiros con unas carnes, unos
huesos y una sangre incorruptible para poder llegar donde YO he llegado".
Gracias Siabela!! |